La avenida Sarratea es el límite entre los partidos de General San Martín y San Isidro. A un lado está la localidad de Eugenio Necochea, dentro de ella el barrio de Villa Hidalgo. Bien “al fondo” -diría alguien que viene desde la ruta provincial N° 4 (avenida Rosas)- se forma un “Triángulo” entre Sarratea, las vías del tren y el Camino del Buen Ayre. Todo dentro del Área Geográfica Reconquista (AGR) y con el código postal de José León Suárez.

Del otro lado la ciudad de Boulogne Sur Mer y –de nuevo- “al fondo” se extiende el “Bajo”. Por las vías pasa el ferrocarril General Manuel Belgrano Norte (FCGMB) y por debajo de ellas la avenida es un túnel para el paso de los automóviles, obra que demandó años de luchas y reclamos vecinales para su finalización.

Hace largas décadas que a ambos lados tanto de las vías como de la avenida, vecinos y vecinas ven pasar de largo el tren. Piden y esperan la “parada”, el “apeadero” o la “estación”. Lo que significa dejar el aislamiento y subirse a la integración territorial.

La privatización de los ferrocarriles en los años 90´significó una barrera insalvable para este proyecto, porque los contratos de las concesiones prohibían la construcción de nuevas estaciones. Luego el servicio se volvió a estatizar a través de la empresa Ferrocarriles Argentinos, y las obras nuevas o de ampliación y refacción quedaron en manos de la Sociedad del Estado Administración de Infraestructuras Ferroviarias (ADIFSE). Pero el Belgrano Norte siguió bajo la administración privada de la empresa EMEPA, a la que nunca le interesaron las nuevas obras, aunque la inversión la hiciera el Estado. Sólo se limitó a cobrar los subsidios por una cantidad garantizada de boletos, reduciendo su personal al mínimo.

Ahora la concesión está vencida y es la oportunidad para que el ramal Retiro- Villa Rosa lo administre el Estado y la ocasión para que se construya la esperada estación. Pero, desde el Ministerio de Transportes de la Nación, a cargo de Alexis Guerrera (Frente Renovador), se decidió otorgarle una prórroga a la cuestionada empresa (*).

Sin embargo, el interbloque del Frente de Todos de concejales de San Isidro dio el puntapié inicial: presentó un proyecto de “Minuta de Comunicación”, que fue aprobado por todos los bloques, solicitando al intendente Gustavo Posse, que impulse la realización de la obra ante Ferrocarriles Argentinos y ADIFSE.

La autora del proyecto es la concejala Soledad “Pupi” Durán, que integra el Frente de Todos,  también desde el Frente Renovador que conduce el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa.

Así fue que hace pocos días funcionarios de Ferrocarriles Argentinos se acercaron junto con concejales sanisidrenses hasta el cruce peatonal cercano a la avenida Sarratea, para inspeccionar el lugar.

Los criterios técnicos  determinarán si la futura estación ¿se construirá? en territorio de General San Martín o de San Isidro. O tal vez esto se defina por razones políticas. Mientras tanto, vecinos y vecinas de uno y otro distrito continúan esperando poder subirse al tren que ven y oyen  pasar, todos los días, frente a sus casas.

(*) Nota de la redacción: La Empresa Metalúrgica Patricias Argentinas (EMEPA), pertenece al empresario Gabriel Romero, quien confesó ante la justicia –como arrepentido en la llamada “causa de los cuadernos”- haber pagado coimas para conseguir junto a sus socios de la empresa trasnacional belga Jan de Nul, la concesión del dragado y balizamiento de la hidrovía en el Río Paraná. Jan de Nul también acumula acusaciones por corrupción en los tribunales de Bélgica, Ucrania y Panamá.