Como cada año, entramos en receso hasta el mes de marzo. Para entonces volveremos con toda la información de lo que sucede en nuestra querida ciudad suarence. Cómo saludo navideño, transcribimos algunos párrafos de una reflexión de nuestro director, que formó parte de una charla radiofónica realizada en el mes de noviembre:
"Hemos transcurrido un año intenso en la vida política, económica y social de la Patria, y altamente convulsionado en la región y el mundo. Pronto llegarán Noche Buena y Navidad, cristianos y cristianas renovamos la esperanza en Aquel que siendo el Absoluto se hizo pequeño como una criatura y pobre entre los pobres. Más aun, pastores y pastoras, gente de la economía popular de subsistencia -diríamos hoy- fue a quienes se anunció en primer lugar la “Buena Noticia”.
Si queremos saber cuál es el Camino para la vida personal, individual y social, las señales de la Navidad son clarísimas: optar por la humildad, optar por las y los pobres, porque entre ellos y ellas nace la Verdad que nos hará libres.
Desde luego sólo estamos parafraseando a los Evangelios, sin ninguna pretensión de originalidad. Anida en nosotros una certeza: si Jesús naciera hoy en la ciudad, un lugar probable sería en alguna quema, entre hombres y mujeres que reciclan la basura (cartoneros, cartoneras, en el lenguaje corriente), o cualquier otro donde poder “encarnarse” entre quienes son el último eslabón roto, de una cadena social destruída por un sistema injusto de explotación humana.
Pero la esperanza es acción. La solidaridad que transforma es organización. Ir más allá de “lo posible” es creación. Y allí están las organizaciones de nuestro querido José León Suárez, en particular las que la pelean desde el fondo. Nos referimos al Área Geográfica Reconquista, con sus diferentes barrios, que no saben de límites catastrales y se hermanan con sus pares de Tres de Febrero o San Isidro, en el Bajo Boulogne. Ese territorio donde la impotencia se transforma en empoderamiento, la basura en trabajo, la precariedad en urbanización, la soledad en asociación, la ignorancia en construcción colectiva de conocimiento y la fe se manifiesta en obras.
Muchas son las realizaciones logradas en una tierra escasa y contaminada. Tomada prestada al río porque no quedaba otra. Pero como enseña Francisco: “El tiempo supera al espacio”. Es decir: la constancia, el tesón y la paciencia decantan procesos constructivos aun en (o como consecuencia de) las mayores adversidades. También: “El todo supera a las partes y la unidad al conflicto”. Es decir: El trabajo “en red” y la confluencia en objetivos comunes y estratégicos, produce lo que individualmente –personas y organizaciones- nunca podrían hacer. Grandes y pequeñas diferencias se superan cuando asumimos que "la realidad supera a la idea".
Bienvenido entonces Dios, si lo que buscás es hacerte como las mujeres -verdaderas Marías latinoamericanas- y los hombres que creen que un mundo distinto y más justo es posible, si venís a mezclarte en la muchedumbre y ser fermento de la masa. Te recibiremos con el corazón abierto, con un mate o con lo que haya. Ya sabés, por ahora, el destino universal que pensaste para los bienes de la Madre Tierra y los frutos del trabajo humano…está pendiente."