El Área Geográfica Reconquista (AGR) se extiende de Norte a Sur, desde la avenida Sarratea, en el límite con el partido de San Isidro y la Ruta Provincial N° 8 y la avenida Triunvirato, en el límite con el partido de Tres de Febrero. Y de Este a Oeste desde la Ruta Provincial N° 4, que en General San Martín es la avenida Brigadier General Juan Manuel de Rosas, hasta el Río de la Reconquista. Este territorio se reconoce como parte de José León Suárez y Loma Hermosa y es el hábitat de aproximadamente un tercio de la población total del distrito sanmartinense.
Fuera de General San Martín se prolonga por el Bajo Boulogne, en San Isidro y por los barrios profundos de la Loma Hermosa perteneciente a Tres de Febrero. Tiene su zona de “alta cota” más cercana a la ruta 4 y el sector de “baja cota”, en los barrios próximos al río, altamente inundables en tiempos en que este desbordaba.
En realidad, estos asentamientos se ubicaron en el “lecho ancho” que el río utiliza cuando hay crecidas. Con sucesivas oleadas migratorias en el siglo veinte (XX) provenientes -a grandes rasgos- desde las provincias del noroeste (NOA) en los años 70´, desde el noreste (NEA) y países limítrofes -sobre todo Paraguay y Bolivia- en los 80´, y desde otros países latinoamericanos, principalmente Perú, en los 90´.
La zona baja viene atravesando un fuerte proceso de urbanización, originado en los últimos años del siglo pasado y acelerado en la última década. Es una combinación de obra pública municipal, provincial y nacional articulada con las organizaciones vecinales, sociales, religiosas y políticas, con presencia en el territorio.
Pero el dato distintivo de este progreso es que, además del desarrollo de infraestructura urbana, hay un fuerte impulso convergente de iniciativas educativas, estatales y comunitarias, por dentro y por fuera del sistema escolarizado. En breve reseña podríamos destacar: El Plan Fines 1 y 2, de terminación de estudios primarios y secundarios para personas mayores de edad, funciona en casi todas las capillas, comedores y organizaciones comunitarias diversas. Se han creado nuevos jardines de infantes, escuelas de nivel secundario (ES), y de nivel primario (EP), como la nueva escuela del barrio Libertador, inaugurada este año.
La Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) gestiona una escuela secundaria industrial en el barrio 9 de Julio, junto al Camino del Buen Ayre. Al otro lado de la ruta, están las unidades penitenciarias (UP) 46, 47 y 48, donde funciona el Centro Universitario San Martín (CUSAM). La diplomatura en Género, Ambiente y Territorio, fruto del proyecto de la universidad “Migrantas en Reconquista”, convocó con gran éxito a mujeres de los barrios del AGR.
El Bachillerato Popular “La Esperanza”, la FM Reconquista y las capillas que orienta el padre Adolfo Benassi, impulsan la creación en el territorio, de un Centro de Enseñanza Secundaria de Adultos (CENS), orientado en comunicación.
Están los centros de formación profesional (CFP), conveniados con organizaciones locales. Es histórico el “San Francisco de Asís”, dentro del Complejo Educativo Franciscano”, en el barrio Independencia, que también ofrece jardín de infantes, escuela primaria y secundaria. Son numerosas las distinciones recibidas por la orientación en “Multimedios” del Instituto San Antonio de Padua (ISAP).
Otra orden religiosa con trabajo educativo en sectores populares, los Hermanos de La Salle, está al frente del jardín de infantes, EP y ES “San Martín de Porres”, en Villa Hidalgo. Esta obra fue fundada por los Padres Lourdistas en el siglo XX.
La Asociación de Mujeres “La Colmena”, en el barrio de Villa Hidalgo, cuenta con el primer jardín de infantes de gestión comunitaria -el N° 1 “La Colmenita” del distrito escolar San Martín- incorporado a la enseñanza oficial. Además de su jardín maternal “La Colmenita 2”.
Este año se están multiplicando los Centros Socioeducativos. El AGR ya cuenta con cinco. Se trata de un dispositivo de la Dirección General de Cultura y Educación, de la Provincia de Buenos Aires, destinado a estudiantes desde el nivel preescolar hasta el secundario -de 4 a 21 años- y a impulsar la re-escolarización de quienes hayan abandonado sus estudios. Mediante equipos profesionales interdisciplinarios, docentes y talleristas, se despliegan estrategias para mejorar capacidades, destrezas y conocimientos en matemática, lenguaje, arte y expresión creativa.
En el territorio y en todo General San Martín funcionan las Unidades de Desarrollo Infantil (UDI), destinadas a niños y niñas de 45 días a 14 años de edad. Brindan atención alimentaria y colaboración en el proceso enseñanza-aprendizaje. La creación en los barrios de parques-escuela, ofrece dispositivos educativos diversos.
De los 49 “Puntos Conectar (con la escuela) de Nuevo”, 21 están en el AGR y de las 14 “Mesas educativas” del distrito, con participación de las organizaciones comunitarias interesadas, 4 funcionan en el área. El plan nacional “Volvé a la Escuela”, mediante el cual se recorren los barrios, casa por casa, en busca de estudiantes que hayan abandonado sus estudios, se ha desplegado por todo General San Martín. Y el plan municipal “Buen Comienzo” tuvo su 11° edición, con el trabajo de personas voluntarias reparando y acondicionando edificios escolares. Ambos con fuerte impacto en el AGR, donde la escuela de gestión estatal es crucial.
En articulación con el Ministerio de Educación de Nación, uno de los dos “Puntos Progresar” que funcionan en el distrito está en el AGR, en el Centro Juvenil Casa de Elena y Salvador, Barrio 9 de Julio. Es un dispositivo de acompañamiento a las trayectorias educativas de jóvenes, con asesoramiento sobre Becas Progresar, orientación vocacional, y vinculación con apoyo escolar y escuelas.
Sumemos la infinidad de talleres comunitarios artísticos y de oficios, como los de música en radio Reconquista, que dio origen a la formación de la “Orquesta Estable” de la radio. Destacables las “Orquestas escolares del Bicentenario” que han perdurado. Las bibliotecas populares como la de la “Cárcova”, amplían sus actividades socio educativas, recreativas y artísticas.
Pero la construcción del “Territorio Educativo”, no es sólo la multiplicación de espacios físicos, o la cantidad de horas formales de clase. Nos preguntamos: ¿Qué educación proponemos y ponemos en acción? ¿Desde dónde educamos-aprendemos? ¿Qué articulación es posible entre el saber popular y el académico? ¿Cómo se construye el conocimiento? ¿Aprendizaje colonizado o liberador? ¿Educarnos para la construcción comunitaria o para la salida individual?
La educación siempre busca la construcción social de un modelo de persona, pensado en función del sistema productivo dominante. Es una decisión política (foto). En la antigüedad y el medioevo era un privilegio de las élites (Monarquías, nobles, clero). Con el desarrollo del capitalismo, fue necesario expandirla a las nuevas masas trabajadoras industriales.
Según el modelo social que se busca o se defiende, se configuran los saberes que se consideran “legítimos”, las teorías pedagógicas, sus didácticas y contenidos. Nada de esto es inmutable. Son decisiones históricas ¿Cuáles son y serán las de nuestro territorio? Es materia de debate y construcción, de búsqueda creativa, hasta de ensayo y error. Con articulación colaborativa entre el Estado, las organizaciones de la sociedad civil (OSC) y las fuerzas productivas, definiendo democráticamente objetivos claros, comunes y estratégicos. Una educación donde las personas no sean destinatarias sino protagonistas del proceso educativo.