Fm Reconquista, todos los martes por la noche pone en el aire un programa dedicado al Plan de finalización de estudios secundarios para personas adultas “Fines2”. Se trata de entrevistas a personas comprometidas desde sus profesiones o actividades con la transformación social y el bien común.
En las últimas semanas los programas contaron con las voces de tres destacados docentes con altas responsabilidades institucionales: El contador Carlos Greco, Rector de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), el profesor Francisco Schwarz, inspector de educación de personas adultas del distrito escolar San Martín y el profesor Alejandro Bergara, vicedirector de la escuela secundaria de la UNSAM, en el barrio 9 de Julio.
También Gisella Britez, egresada de la sede de Fines2 que funciona en la planta transmisora de la radio, en el barrio de Villa Hidalgo.
Publicamos una síntesis y selección de los conceptos expresados en estas entrevistas, vinculados con la educación popular y su relación con el territorio, en particular en el Área Geográfica Reconquista (AGR) de José León Suárez.
Carlos Greco: Las universidades del conurbano, venimos a satisfacer una demanda insatisfecha, que facilita a los y las estudiantes de los barrios el acceso a la educación superior gratuita y de calidad.
Esto genera movilidad social ascendente. Hay gran cantidad de estudiantes que son primera generación en la familia que cursa en la universidad.
Las personas que egresan de una universidad pública, se forman con el aporte de toda la sociedad, por lo tanto tienen un compromiso de trabajar para el bien común.
Estas universidades tienen una relación muy fuerte con el territorio. Ampliamos el concepto de “autonomía” y le agregamos “responsable” con su entorno social. Por eso hablamos de “Territorio educativo”.
Hemos profundizado la relación con las organizaciones sociales, políticas y religiosas. Porque la educación es un factor de transformación. Del proceso educativo deben participar todos los sectores. Es un diálogo entre el conocimiento académico y el que no proviene de la universidad.
Tenemos tecnicaturas de pre-grado, de grado y de post-grado. A todas se accede con el título secundario. Son 150 carreras en total. Nuestro campus abarca 16 hectáreas. También tenemos programas de becas y están las becas que otorga el gobierno nacional, para estudiantes con dificultades económicas.
Nuestra Fundación para la Innovación Tecnológica articula con el sector empresario, el Estado y las organizaciones de la sociedad civil.
La gerencia de comunicación es muy activa en las redes y publicamos digitalmente la revista “Anfibia” donde escriben comunicadores junto con investigadores.
Estudiar es una pasión, una forma de vida, la lectura, el estudio, la indagación. Tanto para estudiantes como para docentes. Siempre es importante hacerse buenas preguntas.
Francisco Schwarz: El primer desafío cuando empezó la pandemia fue establecer canales de diálogo. Porque no tenemos un acceso fácil a internet. Las tarifas de datos liberadas siguen subiendo. Hay problemas de conectividad en muchos barrios.
Ha sido difícil recuperar a alumnos y alumnas que no han podido comunicarse. Le hemos pedido al cuerpo docente que agoten todos los canales posibles de contacto con sus estudiantes.
Volver a la presencialidad tiene sus complicaciones. En los edificios que pertenecen a la Dirección General de Cultura y Educación hay protocolos que se pueden garantizar, pero en las sedes descentralizadas como las del Fines2 es mucho más difícil. Lo que yo observo es que docentes y estudiantes, decididamente, quieren volver a la presencialidad.
Los fines son parte de un Centro Educativo de Nivel Secundario, que expide el título. La diferencia son los dispositivos que se utilizan, en cuanto a sedes, modo de elección de docentes, cursadas anuales o cuatrimestrales, etc. Pero los programas de estudio son los mismos y la validez del título también.
Cada persona es libre y debe escoger el dispositivo educativo que más se adapta a su situación. El Fines es un sistema de proximidad. También hay educación a distancia (anterior a la pandemia), pero presenta más dificultad para asistir a los alumnos y las alumnas, porque la construcción del conocimiento conlleva alto grado de concentración, de entendimiento de los términos, de decodificación de ideas. Sin la cercanía se hace más difícil.
La educación popular es compartir, entre personas y entre barrios. Si trabajamos en cooperación, podremos conseguir, por ejemplo, que se instalen más antenas de Wi-Fi y se mejore la conectividad. Debemos ganar infraestructura para nuestros barrios. Es necesario que trabajemos más en red. Que nuestras fortalezas nos permitan minimizar nuestras debilidades.
Compartimos los mismos problemas y los mismos desafíos. Pero como decía Paulo Freire: “Cada dificultad a resolver es una meta a conseguir”. Es un trabajo colectivo de docentes, estudiantes, vecinos y vecinas.
Felicito a través de la radio a los y las estudiantes. Valoren la posibilidad que tienen. No se detengan ante una nota circunstancial. El conocimiento es un proceso en el tiempo. Los desafíos de hoy van a dar sus frutos. No bajen los brazos.
Alejandro Bergara: Acercar la educación al barrio es una condición necesaria para la Educación Popular, pero no suficiente. Hay que recordar a Paulo Freire y a su esposa Elsa. Hoy Freire cumpliría 100 años. Cuando hizo la campaña de alfabetización de adultos en Brasil en la década del 60´, se planteó poner la lectoescritura en un contexto social. La educación popular es un encuentro de saberes. Hay un saber que nace de los libros y de la academia y otros saberes que surgen de las prácticas sociales.
Se trata –como decía Freire- de aprender haciendo. Por ejemplo, con la UNSAM tenemos una escuela secundaria orientada en ciencias naturales cuando trabajamos con viveros y semilleros, los padres y las madres de la comunidad que tienen sus huertas son quienes pueden enseñar, en base a veces a prácticas ancestrales.
Si no incorporamos esas prácticas podemos llegar a transmitir contenidos curriculares vacíos. Los contenidos tienen una intención en su diseño, pueden se opresores o emancipadores.
La tarea de reconstrucción post pandemia, en el ámbito educativo, nos va a llevar mucha energía. Habrá que repensar el rol de la tecnología y, a la vez, reponer los vínculos de proximidad. Para eso son indispensables las organizaciones sociales que tejen laos, a veces silenciosos pero que la gente reconoce.
Gissela Britez: Intenté varias veces comenzar a estudiar otra vez. Me costaba muchísimo, con mis tres chicos y la necesidad de trabajar. Pero mi marido me alentó y me dijo: “primero estudiá y después trabajá”. Conocí la sede de FM Reconquista y me decidí. También para poder ayudar a mis chicos en las tareas del colegio, porque no podés explicar lo que no sabés. Poder compartir los estudios con los chicos es la gloria. Con ellos es aprender y enseñar. Es algo recíproco.
Dejé la escuela en el primario porque no tenía el apoyo que necesitaba de la familia para continuar. Terminé de noche, a los 17 años con el sistema de séptimo, octavo y noveno año. Hasta fui abanderada y me tocó hablar frente a todo el colegio, casi me muero de vergüenza.
El secundario me costó muchísimo, por momentos quise dejar. Pero tuve el acompañamiento de mi marido, tenía la radio cerca, podía traer a mis hijos a las clases, los y las profes siempre acompañando, alentando, como si fueran familiares. No pierden autoridad, pero entienden las situaciones por las que una pasa. Pero ya pasé por todo ese proceso y ahora estoy estudiando para auxiliar de medicina forense. Mientras trabajo haciendo repostería en mí casa.
Compartir en el curso con gente más grande y gente más joven también es una buena experiencia, te hace madurar, te amplía la mirada.
Mi marido, que terminó el secundario antes que yo, ahora quiere estudiar el profesorado de matemática. El plan Fines es muy necesario en los barrios. Para las mamás, muchas solas, es muy importante, es un ambiente que te acompaña.
No aprendés sólo una suma o una resta, conoces y compartís con gente que te completa.