En un sector de Villa Hidalgo, cuadrillas de vecinos y vecinas, a través del plan “Agua y cloacas más trabajo” de la empresa Agua y Saneamientos Argentinos (AYSA,) están concretando la extensión de las redes cloacales y de agua potable, en zonas del barrio donde no habían llegado hasta ahora.
Este plan nacional incorpora personas que residan en las cercanías de las obras. Se cumplen así varios objetivos: extender las redes, generar trabajo y evitar la circulación y los traslados en el transporte público, como prevención sanitaria, por la pandemia de Covid-19.
En las manzanas cercanas a las vías del ferrocarril General Manuel Belgrano Norte (FCGMB), la red domiciliaria de cloacas se realizó hace algunos años a través del Programa provincial de Mejoramiento de Barrios (PROMEBA). Pero no se había conectado al “troncal” y a la “cloaca máxima”, que conduce a la planta de tratamiento situada en la localidad de Beccar, en el partido de San Isidro.
Para ello hubo que habilitar en las cercanías una estación de bombeo, debido a la pendiente de los terrenos. Hoy ya se pueden realizar las obras particulares de conexión de cada vivienda a la red. Se trata de las manzanas comprendidas entre las calles Matheu, Italia, Chubut, vías del ferrocarril y avenida Sarratea.
El problema subsiste en el sector con “pasillos” -entre seis y ocho manzanas- que albergan numerosas viviendas en su interior, sin frente a las calles principales. La dificultad reside en que el nivel de los terrenos es más baja que el tendido de caños en las calles. Esto obviamente impide su conexión. Es un desafío que la ingeniería con sentido social deberá solucionar adecuadamente y a la brevedad posible.
Respecto del agua potable, los trabajos consisten en realizar los cambios y reparaciones necesarias en la vieja red realizada en los años 80´ del siglo pasado, a través del plan “pro-Agua” de la entonces “Obras Sanitarias de la Nación” (OSN).
Y extender el tendido de caños a las nuevas zonas pobladas con posterioridad a la obra. Principalmente sobre las calles Madero y Charlone, en sus últimas cuadras antes de llegar a las vías del tren.
Sería deseable, que los técnicos e ingenieros de AYSA tengan en cuenta que el “mallado” general necesitará nuevos puntos de inyección de agua para que la presión resulte suficiente a una población que ha crecido considerablemente. Desde que se inauguró el tendido inicial han transcurrido más de tres décadas.
También es necesario ayudar a las familias más necesitadas con sistemas de almacenamiento (tanques) de agua. En las épocas de verano el problema de la baja presión de agua es recurrente.
Bienvenidas y esperadas estas obras de servicios públicos, que son un derecho ciudadano y que, como enseñaba el gran sanitarista argentino, doctor Ramón Carrillo, aportan más salud que cualquier antibiótico.