El Complejo Cultural Plaza, de la municipalidad de General San Martín (MSM), abrió sus puertas para que se proyecte la película "Un futuro posible” de la directora Carolina Scaglione con producción de Florencia Petersen. La historia transcurre en José León Suárez, muy cerca del Río de la Reconquista, el Camino del Buen Ayre y los inmensos basurales de la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad el Estado (CEAMSE).
Pero lejos del estereotipo sobre “la marginalidad” instalado por noticieros de televisión, tapas de revistas y portadas de diarios, el relato aborda un original proceso educativo: La Escuela Secundaria Técnica de la Universidad de General San Martín (UNSAM).
Allí estudian jóvenes de barrios periféricos, donde la basura es una fuente de trabajo y de subsistencia, además de contaminar el ambiente y la salud. En el año 2014 se firmó un convenio entre el Ministerio de Educación, las universidades del conurbano bonaerense y la Universidad de Buenos Aires (UBA), para la creación de escuelas secundarias en barrios empobrecidos.
Así surgió esta secundaria con orientación técnica que ya cuenta con su primera promoción. Antes de tener sede propia, educadores y estudiantes, se juntaban en una esquina de José León Suárez, para viajar en grupo hasta la UNSAM, donde se dictaban las clases. En la actualidad se siguen utilizando el Campus y los laboratorios de la universidad.
El documental muestra la estrecha relación que existe entre docentes, estudiantes, familias y organizaciones sociales locales. También da por tierra con “paradigmas” pedagógicos e institucionales muy instalados en la educación formal. Aquí todos y todas aprenden y enseñan. Los y las jóvenes, tanto como sus familias, portan “saberes” tan legítimos como los que el sistema educativo trae en sus “contenidos”.
A diferencia de la institución que “impone” y “expulsa” al que no se “adapta”, en esta experiencia los y las docentes han tenido que desandar caminos, observar, escuchar, aprender, ganarse la confianza. Es una “pedagogía de la presencia” y un reinventar la educación como compromiso colectivo.
El equipo de educadores populares de la UNSAM asume que la justicia social se practica también en el diseño del “plan de estudios”, dejando atrás viejas concepciones elitistas que refuerzan los procesos de exclusión y explotación. Es el encuentro escuela-territorio, tenso, dinámico, creativo. Es educar y educarse en un contexto de pobreza, dolor y muerte, pero donde sobreabunda la opción por la vida, las prácticas solidarias, liberadoras.
Al frente del “equipo” están: Martín Perdriel (director), Andrea Biscione (vicedirectora socioeducativa) y Alejandro Bergara (vicedirector académico). La escuela técnica participa de la “Mesa Reconquista” de organizaciones y está ubicada en Calle 6 y 9 de Julio.