La Cooperativa de Trabajo “Bella Flor”, se dedica al reciclado de la basura con instalaciones ubicadas en los terrenos de la Coordinación Ecológica Ambiental Sociedad del Estado (CEAMSE). La integran 187 personas que trabajan separando residuos, para recuperar y embalar aquellos que puedan reutilizarse como materias primas para la industria.

Su historia se remonta al año 1998, en las etapas previas a la implosión del modelo económico conocido como “convertibilidad”, que equiparaba ficticiamente el dólar  estadounidense con el peso argentino con el famoso “uno a uno”. El problema era que los dólares del Banco Central argentino que “respaldaban” los pesos emitidos por el Estado eran prestados, y en algún momento había que devolverlos.

Luego del fallido “megablindaje”, una renegociación que pateaba la deuda externa para adelante pero que duró poco, los organismos de crédito internacional le soltaron la mano a la Argentina y sobrevino la crisis del 2001, que salvo personas muy jóvenes, todos y todas padecimos.

Ya desde antes asomaba un drama social con cifras de desempleo que rondaban o superaban el 20 por ciento de la población activa, según quien las midiera. Consecuentemente volvieron a aumentar las migraciones desde nuestras provincias y otros países hacia el conurbano bonaerense, con una expectativa de trabajo y vivienda, que se esfumaba al poco llegar a estas tierras.

Así se fundó el barrio “8 de Mayo” en una fecha homónima, cuando un grupo de familias se instaló sobre terrenos lindantes con la CEAMSE, donde había una laguna, fruto del accionar de la lluvia sobre una cava de tosquera. Allí muchos camiones, de manera clandestina volcaban su carga de escombros y basura, para esquivar el arancel del “cinturón ecológico”.

La mayoría de estas personas se dedicaban al “cirujeo”, transportándose desde y hacia la Capital Federal con en el famoso “Tren Blanco”. También ingresaban a los terrenos de la CEAMSE a rescatar de la basura algo para comer o comercializar.

La basura fue así el material de trabajo individual que devino en organización cooperativa, un proceso de transición de “cirujas” a “recicladores urbanos” asociados en una empresa social, solidaria y participativa. Largas y difíciles fueron las negociaciones con la CEAMSE y otras instancias del Estado, hasta lograr instalarse en lo que hoy es el “Reciparque”, lugar que ocupan también otras cooperativas.

El barrio también creció –hoy viven allí más de 9.000 personas- y así surgió el Centro Comunitario “8 de Mayo”, con una amplia actividad social. El afamado cineasta Ulises de la Orden, realizó el documental “Nueva Mente” sobre esta experiencia cooperativa.

Un hecho terrible grafica la situación de estas familias a principios de este siglo: la desaparición de Diego Duarte, en el año 2004, un joven que entró a terrenos de la CEAMSE a buscar algo para luego venderlo y así poder comprar unas zapatillas para comenzar la escuela, según los testimonios de la familia. Su hermano vio como  un agente de policía le ordenaba a un camión que vuelque su carga sobre el muchacho, que quedó enterrado en el basural. Su cuerpo nunca fue encontrado. El Poder Judicial todavía no ha esclarecido este crimen.

Un Centro cultural lleva el nombre del jóven y este hecho desató un compromiso de trabajo conjunto entre las organizaciones sociales del Área Geográfica Reconquista (AGR), cristalizado hoy en la “Mesa Reconquista”. Con los años de trabajo y algunos períodos de políticas públicas favorables a la economía popular, la organización ha crecido en infraestructura y logística.  Pero, además, las “buenas prácticas” asociativas afortunadamente se expanden y replican.

Referentes de la cooperativa Bella Flor de José León Suárez, desde el año 2019, trabajan junto al municipio  de Macachín, en la provincia de La Pampa, en el reciclado de basura. En tres años han conseguido que el 80 por ciento de las familias de esta pequeña ciudad de unos 7.000 habitantes, separe los residuos en orgánicos e inorgánicos. Los reutilizables son transportados a una planta de tratamiento para convertirlos en materias primas para la industria.

También el más cercano municipio de Hurlingham, incorporó la experiencia de la Bella Flor a su dirección de Residuos y Economía Circular y al Polo Productivo municipal. Se trata de traslación de conocimientos y experiencias, surgidas de la lucha contra las adversidades que crea un sistema social  injusto, desde la periferia de José León Suárez hacia otras comunidades. La opción por la Vida –como decía el poeta- “Hace camino al andar”.